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Es importante reconocer que la educación para la salud, según la Organización Mundial de la Salud, es la estrategia principal que orienta y organiza las actividades en la temática de salud para conseguir los cambios de conducta en la población, influyendo en acertados conocimientos en salud y prácticas saludables en búsqueda de su bienestar¹. Uno de los principales temas que aborda el personal de salud en el escenario educativo es la alimentación saludable, siendo esencial que los niños y adolescentes posean conocimientos preventivos y así resulte en ellos un cambio positivo a su crecimiento y desarrollo². Según últimos reportes, México enfrenta el gran problema de salud en los niños de 6 a 11 años con el sobrepeso u obesidad, de cada 10 escolares 3 lo presentan, esto según sus encuestas nacionales de salud y nutrición³. Siendo también en Perú un problema sanitario en los adolescentes, resultando que en un estudio con una muestra de 242 adolescentes de 3 regiones del Perú se encontró que los varones presentaron sobrepeso y obesidad en un 25,7% y las mujeres en un 12,1%⁴. Por todo lo mencionado anteriormente, esto dio inicio a realizar un estudio en una institución educativa estatal de nivel secundario de una de las regiones más vulnerables del Perú, que es Huancavelica; el objetivo de este estudio fue identificar el efecto de la promoción de salud en alimentación y nutrición en los alumnos de la Institución Educativa Túpac Amaru II del anexo de Pampa Blanca del Distrito de Daniel Hernández 2022; fue de tipo cualitativa, de diseño demostrativo y actividades grupales sobre educación en salud en el contexto de reducción del COVID-19 durante el 2022. El estudio fue en el Distrito de Daniel Hernández, que pertenece a la provincia de Tayacaja, del departamento de Huancavelica, el año 2022. Teniendo en cuenta la cantidad de alumnos del nivel secundario, y sea representativa la muestra fue en su totalidad la población de 74 estudiantes, repartidos en 5 grados; las edades fluctúan entre 11 a 16 años, con un promedio de edad de 13,5. Respecto al sexo, mayor predominancia en el femenino, con un 58% y el masculino con un 42%; se realizaron 3 capacitaciones presenciales: beneficios de una buena alimentación, riesgo del consumo de productos ultraprocesados y los 5 grupos de alimentos principales que conforman una ingesta adecuada. Durante las capacitaciones se respetaron el distanciamiento, las medidas de bioseguridad y el aforo respectivo; se usó material digitalizado en las capacitaciones del primer y segundo tema, y material escrito para el tercer tema, siendo una sesión demostrativa; para reforzar el conocimiento brindado al final se realizó una retro alimentación y el seguimiento mediante llamadas. Los resultados finales fueron excelentes; se usó la escala vigesimal para los puntajes de las notas, con los rangos de muy malo en calificaciones de 0 al 10, malo de 11 al 13, regular de 14 al 16, bueno de 17 al 19 y excelente 20 de nota; los resultados del pretest fueron muy malo un 27%, malo un 27%, regular un 26% y bueno con un 20%, mejorándose las calificaciones del postest, dando regular un 18%, bueno un 58% y excelente un 24%. Respecto a la encuesta de satisfacción que fue aplicada en los participantes para calificar las capacitaciones, arrojó que fueron buenas en un 78% y excelente en un 22%. Concluyendo que las escuelas son los mejores escenarios para la implementación de intervenciones educativas en salud, porque los mismos alumnos adquieren los conocimientos a un corto plazo y el cambio de conducta saludable a un mediano y largo plazo, lo cual es el objetivo de todo personal salubrista.